miércoles, 29 de enero de 2014

Kennedy / Ayuda: Un habitante silencioso

El habitante de calle no habla, ni es agresivo, sin embargo a más de uno
le molesta su presencia. 
La actitud de un habitante de calle que decidió hacer del kiosco del parque de Kennedy su hogar, tiene dividido el sentir de la comunidad: mientras unos se quejan por los malos olores, otros tratan de ayudarlo a sobrevivir.

Hace más de dos años que este hombre, quien oscila entre los 50 y 60 años de edad, se tomó el kiosco del parque infantil del barrio Kennedy y a pesar de que varias entidades han intentado ayudarle, este siempre regresa al mismo lugar.

Sin pronunciar palabra alguna y sin hacerle daño a nadie, este habitante de calle pasa las horas en un sofá cama, oculto entre algunas cobijas que le regalaron habitantes del sector, sin embargo a la hora de hacer sus necesidades fisiológicas, usa los arboles de la zona y esto tiene molesto a más de un vecino.

“Él es pasivo, no habla, no sabemos de dónde viene, lo único que hace es recoger las hojas que caen de los árboles y limpiar los senderos para la comunidad, lo que necesita este hombre es ayuda de alguna entidad”, expresa Óscar Franco, uno de los habitantes de este sector.

A pesar de no representar un peligro para la sociedad, más de uno se queja de los malos olores que salen del kiosco y las escenas que este hombre protagoniza sin importar la hora del día cuando quiere orinar o defecar, ya que son los menores habitantes del barrio quienes cuando quieren jugar en su parque terminan siendo testigos de la desagradable situación.

Según expresa uno de los líderes comunales del barrio, cuyo nombre quiso reservarse para no entrar en polémica con sus vecinos, hace ya varios meses que han presentado quejas ante la administración local y las autoridades pertinentes, sin embargo a pesar de que se lo llevan a hogares de paso para iniciar su rehabilitación, siempre logra escapar y de nuevo llega hasta el lugar.

Algunos comprenden la situación de este hombre cuyo nombre se desconoce pero de quien sí se sabe tiene familia, y a diario lo alimentan, visten, afeitan y hasta bañan, y son estos quienes hoy piden ayuda de profesionales para que el habitante de calle pueda vivir dignamente.

“Él no le hace daño a nadie pero sí sería bueno que vinieran y se lo llevaran de verdad a un lugar donde pueda rehabilitarse, donde encuentre sus orígenes y pueda vivir tranquilamente”, indica el líder comunal. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario