lunes, 27 de enero de 2014

Historias / Visitantes: Discovery camina por la vida sin pausa y sin prisa

En su morral lleva más que ollas, ropa y carpas,
también miles de historias y anécdotas que contar. 
Hace 45 años que El Caminante emprendió un viaje sin destino y sin final, empacó solo lo necesario en un morral y salió desde Yopal su tierra natal para conocer el mundo; sin embargo hoy su sueño americano aún no se hace realidad.

Piel excesivamente bronceada, gran carisma, actitud positiva frente a la vida, gran fe en Dios y un enorme morral de 78 kilos del que cuelgan además de ollas, zapatos y ropa, varias banderas de Colombia, caracterizan a Ricardo Montoya Noreña, un yopaleño de 79 años de edad, quien hace más de cuatro décadas decidió recorrer Colombia y el mundo.  

Este hombre conocido en el país del Sagrado Corazón, como El Caminante o Discovery, salió a los 34 años de edad de casa dejando atrás a su familia y renunciado a tener esposa y descendencia, caminó hasta Cundinamarca, Meta, Cauca, Norte de Santander, La Guajira, La Costa Atlántica, Arauca, Risaralda, Caldas, Quindío, Nariño, entre otros, y tras su sueño americano terminó en el país gaucho.

“Hace muchos años estando en Buenaventura me subí a un enorme barco que había en el puerto pensando que tenía como destino Estados Unidos, sin embargo después de dos meses de viaje durante los cuales estuve oculto en la recamara del ancla terminé en tierra Argentina”, relata Montoya quien por estos días se encuentra de paso por la Capital Risaraldense.

¿Qué otros lugares del mundo conoce?
Yo he caminado por Perú, Venezuela, Ecuador, Panamá, Brasil, Uruguay, Paraguay y hasta Bolivia, sin embargo el mejor país del mundo es Colombia por su riqueza y porque aquí todos son bienvenidos, no hay discriminación.

¿En que trabaja, cómo se alimenta?
He trabajado cogiendo café, arreglando jardines y todo lo que tiene que ver con el campo y a la hora de alimentarme todo lo que brinque y salte en el camino va para la olla. He comido desde culebras, chuchas, chigüiros, cuis, gallinas, hasta perros. El hecho es no dejarme morir.

¿Cada cuánto debe cambiar de zapatos?
Yo gastó de tres a cuatro pares de tenis al año, por eso siempre ando bien armado de llantas y neumáticos como dicen en Ecuador, no me falta ni los tenis, ni las medias y cuando estas se me acaban entonces me veo obligado a parar y trabajar para comprar de nuevo.

¿Dónde duerme?
"El país más lindo que he conocido es Colombia, aquí no hay discriminación,
todos son bienvenidos". 
Llevó tres carpas conmigo, entre ellas una para cinco personas y duermo donde veo que puedo armar mi carpa, me baño en los ríos y allí mismo lavo mi ropa, siempre llevó mi vestimenta bien limpia.

¿Sabe de su familia?
Mi padre murió y a mis hermanos no me gusta tocarles la casa, a mí me gusta sentirme vivo y viajar y caminar por todo este mapa.

¿Algún día va a parar?
Cuando ya no pueda caminar y Dios no me lo permita más dejare de caminar, pero por ahora seguiré conociendo todas estas maravillas que hizo Dios para que disfrutáramos.

¿Tiene algún sueño?
Ojala algún día pueda ir a los Estados Unidos y conocer esas fábricas donde hacen los carros y las motos, ese es mi sueño y en busca del terminé en otro país, ojala algún día pueda pisar suelo americano.


El caminante cuyo paso no es capaz de seguirlo nadie, como un judío errante continúa caminando sin pausa y sin prisa a tierras no lejos de aquí. 

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