miércoles, 26 de diciembre de 2012

Trabajo / Callejero


Paseo con los perros


Salir con cinco o seis perros atados con traíllas, varios de ellos en una sola mano, es una tarea que a diario realiza Elkin David Pérez, un joven de 21 años residente en el barrio Kennedy. Además del encarte, lo particular es que las mascotas no son suyas.

De hecho, Elkin difícilmente podría comprar alguno de esos ejemplares –beagles, bulldog schnauzer, chihuahua- que vale una pequeña fortuna y a los cuales pasea desde hace siete meses, cuatro de ellos de manera independiente. Para hacerlo, cada mañana pasa a las 8 recogiéndolos para llevarlos por las calles y las escasas zonas verdes habilitadas como lugares de recreo en la zona de Pinares.


Cubriendo sus ojos con unos lentes oscuros, este joven delgado comenta sobre uno de sus sueños que espera pronto realizar: estudiar veterinaria y para ello se irá a vivir a Casanare. Dice amar sobre manera a los perros y los compara con los gatos, de quienes afirma que no son compañía verdadera debido a su independencia.

“Son un regalito de dios”, dice refiriéndose a sus perros, entre ellos Mateo, un viejo bulldog con mucha más cara de malas pulgas que las habituales en los ejemplares de esta raza. Tan de mal humor, que tiene una pelea casada con Flash, un schnauzer joven que lo mira con rabia desde otra esquina de la baranda metálica a la que están atados. Pero allí está Elkin para evitar cualquier roce.

Elkin antes se dedicaba a la construcción y a trabajar en fincas. Hoy se declara admirador de César Millán, el encantador de perros, personaje del cual comenta con detalle alguna de las que considera proezas, como aquella que demuestra el dominio que tiene de estas mascotas, al acercarse por ejemplo a ejemplares conocidos por su ferocidad. 

Adora su trabajo, pero desea estudiar para poder adquirir algún día uno de esos ejemplares que ahora pasea con cuidado por las calles de la comuna.

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